En este tramo del camino se pueden reconocer las marcas de diferentes colectivos. Algunos, como los artistas urbanos, los moteros, los seguidores del ciclismo o los hinchas de futbol cuentan con un sistema simbólico fuerte y bien estructurado. Otros, en cambio, dejan rastros más espontáneos y poco planificados, sin una manifiesta intención artística.

En conjunto, estas manifestaciones conforman una invención colectiva que no busca únicamente resaltar a una persona o grupo en particular. Más bien, contribuyen a que Pescadero se inscriba en el imaginario común como un espacio con identidad o significado social. Estas expresiones generan un intercambio simbólico que trasciende lo funcional: muestran que este camino también es apropiado para crear nuevas dinámicas urbanas entre la ciudad y sus habitantes dado que, la gran mayoría de las marcas presentes en Pescadero son realizadas por personas que residen en ciudades.

Asimismo, Ha podido observarse mediante el examen a estas marcas que es en la «movilidad», cada vez más dinamizada por la propagación del automóvil y la experiencia del viaje, donde se generan las principales circunstancias que dan origen a estas expresiones: el viaje mismo.